Si ya has tomado la decisión de empezar una dieta pero no eres para nada adepto a las verduras y frutas, entonces concéntrate en esta nota en la que te enseñaremos a incorporarlas a tus comidas. Como toda dieta, la que hoy te proponemos es de lo más variada y equilibrada para que tu organismo funcione muy bien.
Este menú que te proponemos puede variar en función de la necesidad de cada quien, su condición biológica y sus gustos, pero no por ello vamos a perder de vista el objetivo principal de la nota: amigarnos con las verduras.
Respecto a la cocción de los alimentos, debemos tener en cuenta que no por cocinarlos éstos deben perder sus fibras y nutrientes. Asimismo se aconseja disminuir aquellas cocciones ricas en grasas y calorÃas. De modo que debes ir olvidándote de las frituras o al menos limitarlas a una o dos veces por semana y de todo aquello que aumente de manera abrupta tu colesterol.
Si no puedes dejar de lado la fritura, entonces recurre a la forma más sana de freir los alimentos. Es decir, debes usar bastante aceite (si es de oliva mejor), cuidar la temperatura y retirar el exceso de aceite de los alimentos luego de la cocción.Â
Además de los métodos de cocción que te hemos mencionado, debes acudir a aquellos que no absorban grasas ni sumen calorÃas, como es el caso de los horneados, salteados y grillados para las carnes.
Como dijimos en un comienzo, las verduras deben tratar de no cocinarse para aprovechar todos sus nutrientes. Aunque hay algunas excepciones tales como el coliflor, las patatas, el brócoli, entres otros. Los vegetales a su vez puedes ser salteados al wok para que no pierdan su fibra y nutrientes y para que queden mucho más ricos.
Entonces comienza tu dieta de la forma más sana posible, incorporando verduras y carnes y eligiendo el método de cocción adecuado.