Los substitutivos alimenticios fueron concebidos, en un primer momento, para ayudar a las personas hospitalizadas, cuya enfermedad dañaba el apetito o impedÃa la absorción de alimentos sólidos.
La industria alimenticia descubrió que se podÃan utilizar para controlar el aporte calórico en el caso de sobre carga ponderal y obesidad, con el fin de adelgazar una media de 500 gr a 1 kilo por semana, y proporcionar un aporte alimenticio cuyo número de calorÃas fuera preciso y constante.
Este tipo de régimen es muy práctico, sobre todo cuando se es muy activo. Los estudios llevados a cabo estos últimos años, han demostrado el aumento del número de personas que utilizan substitutivos alimenticios para adelgazar.
Para las personas que no les gusta seguir un control minucioso de su peso, implicando la ingesta de medicamentos, estos substitutivos son la solución ideal, en la medida en la que proponen un menú simple de seguir. Este menú está compuesto de alimentos y bebidas bajas en calorÃas.
A lo largo de la preparación de los substitutivos de las comidas, los alimentos que contengan muchas calorÃas y materias grasas deben ser rechazados. El programa incluye substitutivos alimenticios que no deben tener ningún efecto negativo sobre el organismo, en la medida en que se atienen al mejor equilibrio posible.
Para que el régimen pueda funcionar a la perfección, es preferible seguirlo durante varios dÃas, y quizás algunos meses, para llegar a obtener unos resultados satisfactorios.
Estos substitutivos han sido estudiados para ser muy equilibrados en el plano de los nutrientes (garantÃa de la regulación muy estricta a la que son sometidos), proporcionando al organismo los minerales, y vitaminas necesarios, sin poner en riesgo la salud de los consumidores.