Cuando leo los comentarios que dejan los lectores del blog encuentro en muchos casos las típicas excusas para no hacer ejercicios, y es que en realidad la actividad física tiene mala fama.
Que cansa, que abre el apetito, que tiene que doler para ser efectiva, que es riesgosa, y un largo etcétera de excusas para no hacer actividad física, sólo sirven para postergar beneficios para nuestro cuerpo y mente.
Veamos cuales son las 10 excusas más comunes para no hacer ejercicios y como superarlas.
1. No tengo tiempo
La reina de las excusas: no hace falta pasarse horas en el gimnasio para ser más activo. Con tandas de 10 minutos, tres veces por día basta para romper con el sedentarismo. Recuerda que caminar es el ejercicio más simple y está al alcance de todos.
2. No me gusta hacer ejercicio
Moverse no implica necesariamente correr una maratón o pasarse días en el gimnasio levantando pesas. El ejercicio puede ser divertido: practica un deporte, baila, o convierte la actividad en un encuentro de amigos, cada semana.
3. Llego muy cansado
Piensa otra excusa: ¡moverse mejora el sueño y estimula la vitalidad!. Sí, aunque no lo creas, hacer ejercicio te hará sentir menos cansado.
4. La actividad física es para los jóvenes
Falso. La actividad es beneficiosa para todos. Cualquier persona puede mejorar su estado físico. Incluso personas de 90 años practican actividad física y obtienen sus beneficios.
5. Me duele la espalda, o la rodilla, o lo que sea
Si este es tu caso, la cuestión no debería ser si practicar o no ejercicios, sino qué actividades puede realizar. La bicicleta, por ejemplo, requiere menos esfuerzo en las articulaciones y músculos que trotar.
Consulta con un médico o profesional de actividad física para encontrar la mejor opción. No es cierto que “si no duele, los ejercicios no hacen efecto”. El dolor es un aviso del cuerpo para moderar o suspender la actividad.
6. Hacer ejercicio me da mucha hambre y no quiero engordar
Aunque en algunas personas la actividad física despierta el apetito, si comes con inteligencia, el saldo será beneficioso: las calorías gastadas con el ejercicio serán menores que las incorporadas con la comida. No olvides hacer de 4 a 6 comidas al día.
7. No tengo ropa/zapatillas/equipamiento
Hay actividades que no requieren de una gran inversión para ponerlas en práctica. No necesitas ropa que sea el útlimo grito de la moda ni el calzado más caro del mercado. Basta que sean cómodos y livianos.
8. Soy muy obeso y me da vergüenza moverme
Hacer ejercicio te ayudará a mejorar tu salud y bienestar, es algo de lo que deberías estar orgulloso. Si te cuesta hacer actividad física frente a otros, comienza a hacerlo en casa hasta ganar confianza, o pídele a un amigo que te acompañe. Su presencia hará la experiencia más agradable y con menos preocupaciones.
9. Cuando tenga un día libre, haré más actividad para compensar
De más está decir que muchas veces ese día libre no llega nunca, o cuando llega lo queremos aprovechar de otra manera. Pero más allá de eso, es importante hacer actividad física en forma regular y distribuida durante la semana. Practicar actividad física sólo uno o dos días a la semana en forma intensa o sin estar adecuadamente entrenado puede resultar contraproducente.
No es cierto que usar ropa gruesa o de nylon ayude a adelgazar porque aumenta la transpiración. Lo que se pierde de este modo es agua y no grasa, por lo tanto los kilos se recuperarán pronto.
10. Tengo un problema de salud
Si tienes un problema de salud, es importante que consultes con tu médico. Dependiendo del problema, hay muchas opciones para hacer ejercicio. El movimiento y la actividad física promueven la salud de los tejidos. Por ejemplo:
Tengo artritis y no puedo moverme. La actividad física bien dirigida e indicada para estos casos reduce el dolor y la necesidad de medicación. Es muy importante moverse si usted tiene artritis.
Tengo osteoporosis y tengo miedo de caerme. ¡Error! Moverse aumenta el equilibrio, la fuerza, la coordinación y la flexibilidad. Además fortalece los huesos.
Tengo diabetes. La actividad física forma parte del tratamiento de la diabetes. Aumenta la sensibilidad de las células a la insulina y bajan los niveles de azúcar en sangre.