Se trata de unos de los perfumes masculinos de Calvin Klein que ya lleva casi 20 años en el mercado y aún continúa siendo indispensable para muchos.
Y es que Calvin Klein ha conseguido instalar en el mercado diferentes fragancias que con el transcurrir del tiempo se han ido convirtiendo en todo un ícono, como es el caso de CK One o Eternity.
Este último perfume se caracteriza por el dinamismo pues la sucesión de notas se lleva a cabo con una rapidez vertiginosa, dejando un poso final bastante característico.
Eternity nace a través de la esposa del diseñador americano, Kelly Rector, quien era una de las encargadas de sus diseños por aquel entonces. Para conmemorar algo “eterno” dio origen a esta fragancia que consiguió resultar atemporal y mantenerse en el mercado con el paso de los años.
Se convirtió en uno de los perfumes más vendidos en los Estados unidos porque se asoció la imagen de Eternity al puritanismo, con un prototipo de hombre de familia, casado, con hijos, y con los valores tradicionales. De hecho esa imagen continúa transmitiéndose en sus campañas publicitarias pues habitualmente aparece una familia para promocionar el perfume.
La evolución de esta fragancia da como resultado un perfume a medio camino entre lo fresco y lo intenso, donde predominan las notas florales y ligeramente amaderado el toque final.
La presentación de Eternity es bastante sobria, muy similar a casi todas las de Calvin Klein. El envase está diseñado por Pierre Dinand y da una apariencia un tanto tosca.
Esta fragancia es un Eau de Toilett que se puede adquirir en formato vaporizador de 50 ml a un precio de 50 euros y de 100 ml a 70 euros.
Por último, cabe aclarar que es una fragancia para el día y más concretamente para la época estival, aunque ya se ha lanzado una edición especial para el verano. También se intenta vender hacia un hombre casado y con familia, pero se adapta perfectamente a cualquier rango de edad.